ENTRE ANAQUELES

Después de tanta locura, un poquito de cordura. Siempre que la cabeza me lo permita.
25 de agosto, día importante en la vida de cientos de personas: una boda, un nacimiento, un cumpleaños, dos aniversarios...

Plagas en la cuidad: farinjitis, gripe, 36ºC, bullicio bibliotecario y todo, está en la calle (como dicen los chicos de Skalariak)
Suena el bic, rasga el papel, en los oídos: la radio.
Suenan gritos ambiguos, ¿un castrati? Una base: percusión, sintetizador y guitarra.
Me quito los cascos.
Estoy flanqueado, una mujer a la izquierda y tres hombres detrás.
Se que me observan, no me atrevo a mirar, al frente la ventana abierta, corre la brisa que roza mi lóbulo izquierdo, el derecho cubierto por la palma de mi mano.
La quito y el calor aparece en mi mejilla.

Acabo de parar, la cabeza me daba vueltas.
Observo al chico que se va, un punky de los de toda la vida,cara afable, de los que dan conversión pero también de los que saben pararla.
Solo quedamos 4, es como un juego, ¿quien sera el siguiente?
Un boli golpea en la mesa de atrás, giro, sigue estudiando, el chico de su izquierda se revuelve en la silla, síntoma de cansancio.
Me rindo. Soy el siguiente pero esta vez, se como acaba la historia, justo al final de la lin...